El plasma es la parte líquida de la sangre, y representa aproximadamente un 55% del volumen sanguíneo total. Consta de ingredientes esenciales para el correcto funcionamiento del organismo.
Las necesidades de plasma son muy elevadas tanto por su consumo hospitalario en transfusiones como por su uso en la industria farmacéutica.
El plasma que se obtiene del fraccionamiento de las donaciones de sangre convencionales no es suficiente para cubrir las necesidades.
El plasma es un fluido coloidal de composición compleja conteniendo numerosos componentes. Éstos se pueden dividir en:
Componentes orgánicos:
Componentes inorgánicos:
Son células que intervienen básicamente en la coagulación de la sangre. Si faltan o están muy reducidas en numero, se producirán hemorragias.
Por otra parte tienen la particularidad (y la desventaja) de que viven pocos días, por lo que quien tiene una carencia de las mismas necesitará transfusiones cada 2-3 días.
Esta es la razón por la cual algunos enfermos, como algunos casos de enfermos hematológicos o trasplantados puede llegar a necesitar varios cientos de unidades de plaquetas durante su tratamiento.
Los componentes del plasma se forman en varias partes de la biología: