El donante se conecta a un separador celular, basado en un sistema de centrífuga, que separa las diferentes células sanguíneas y recoge el plasma. Posteriormente, y por la misma vía de acceso, se devuelve el resto de células al donante. Por lo que la plasmaféresis permite:
En principio, puede serlo cualquier donante de sangre, incluso algunas personas con tendencia a presentar anemia, que no pueden hacer donaciones de sangre total repetidamente.
Todos los grupos sanguíneos son válidos, preferentemente el grupo AB, que es el donante de plasma universal.
Únicamente se necesita disponer de tiempo, ya que el proceso dura unos 40 minutos.